Uno vive
y saca el tacho de basura a la calle
como sale a pasear al perro con bolsita.
Un pretexto por una bocanada de aire.
Uno vive y a veces alcanza
a ahorrar, mientras que otras
lo desvela el déficit,
se hunde en negativo.
Como trapecistas
de un circo urbano.
Uno vive
y mientras está cogiendo
piensa en la lista de lo que falta para mañana
o rememora un abrazo lejano que lo hacía sentir,
como herrero fundiendo metal
o mi piel quemándose a las doce.
Uno vive
Y ya no se junta alrededor del fuego
sino detrás de una llama azul,
con olor a gas, con color a frío.
Como transeúntes
que cruzan la calle y no miran
porque poco importa.
Uno vive y a veces piensa en Bowie
en el amor esquivo de los paper boys
O en que canta como pidiendo ayuda.
Así lo siento cuando escucho « heroes »
Será que a uno le enseñaron mal,
y los héroes sí son los que piden ayuda.
Uno vive y toma el tren toma el subte
de vez en cuando toma un taxi, de esos que se resisten.
Uno vive en sepia y no es del pasado.
Aunque ese verso, ya sí.
Como autor póstumo
pero con actividad sanguínea.
Uno vive,
pero elige.
yo no quiero desvanecer
haciendo fila
arrugando un ticket
donde esté el número
que me avise
cuándo me toca a mí.
ya empecé
*
hay árboles
que son plaga
que son cielo
como monstruos
de alguna ficción
que no leímos
se arrodillan
y abalanzan
empero
no gacha la cabeza
el mar
debajo del abrazar violento
de las olas
se acuesta
un mundo
inconmensurable y bravío
no se arriman
los pensamientos
es de mala educación
el bullicio
por eso estoy
me quema el viento
me sopla el sol
me invade el mar
me obnubila la arena
como si me auscultara
el cuerpo finito y simultáneo
solo para comprender
que en ese vacío
no necesito más nada
*
Creative Writing / Poetry
I like poems
because they are bold,
simple,
& blunt.
even if I try
to hide
behind a stream
of unnecessary words,
each line
break
will reveal my truth
or the one you wish
to interpret.
here,
a handful of anonymous
poems
written in my language
for you to decipher, navigate,
or ignore.
Lavar las bombachas mientras me ducho,
Tomar un vino pasado.
Cambiar de canción porque me hace acodar a vos y si duele, para qué.
Relegar platos de ayer y quizás secarlos mañana.
Tararear canciones de Brasil como si las supiera de siempre.
Andar en bici, cruzar un puente,
andar en bici de noche porque hoy soy libre y el futuro no asegura nada.
Buscar trabajo y vender lo que no soy porque al menos a mí no me interesa el marketing digital.
Meditar y no saber qué es.
Caminar a casa con bolsas de supermercados que no son eco friendly y arrepentirme del kilo de bananas porque puta madre, pesan.
Como pesa el cansancio de chocar contra la misma piedra y no saber si la próxima vez voy a reaccionar igual,
enredada por una definición de locura que alguna vez leí.
Me pesan esas bolsas como las olas que rompen dentro. Dicen que antes o después, llega la calma.
Yo sé que sí.
Tocarme debajo de la sábana y cortar la cebolla en juliana y no cambiar nunca la bolsita de la aspiradora.
Lavar las toallas una, dos, cero veces por mes.
Escuchar mi lista de canciones y sentir que vuelo y que son un poco tristonas para no reconocerlo del todo.
Frustrarme cuando tengo que justificar algo que en el fondo no te importa y después soy yo la que camina a casa mareada.
Sentir cómo patea el monstruito peludo que tengo adentro que se despierta ahora con el calor
y que se llama enojo.
Si abro la boca, abajo de mis fauces, lo ves.
Entre la cadena de infinitivos se arrinconan las pausas o el revuelo.
Soy contorsionista
Soy normal
Soy transparente
Estoy como quieras interpretarme
pero lejos también
*